Dolores intermitentes. Lumbalgia y dolor de hombro

Llevo meses tratando a una cliente que en su momento vino a la consulta por dolores de espalda baja. Por dolor lumbar.

Como en toda consulta inicial que hago, la valoración, en la misma propongo al cliente un plan con tratamientos a corto, medio y largo plazo. Al que el cliente dependiendo de su objetivo y lo que está dispuesto a invertir y a comprometerse hacer, elige hasta dónde quiere llegar. 

Esta cliente desde el primer momento parecía estar muy comprometida con su salud y quería hacer todo lo que estuviera en su mano, por lo que se comprometió a largo plazo. 

Empezamos a trabajar sus dolores lumbares, sus síntomas, que eran su queja principal. De modo que las primeras sesiones, las enfoqué a un tratamiento específico de las funciones y componentes de la columna lumbar. A las pocas sesiones ya había mejorado y muchos días se encontraba sin dolor. 

De modo que, pasamos a hacer un tratamiento más general, enfocado en las tensiones que presentaba su cuerpo, que le influían en la postura y en el día a día. Tratamos planos pélvico, escapular y estomatognático (garganta). 

La cliente seguía mejorando y se encontraba cada vez mejor. Y a los 2 meses y medio aproximadamente empezó con un dolor en el hombro izquierdo. El cual, se ha ido manifestando intermitentemente junto con el dolor lumbar que volvió aparecer. Así, durante 2 meses más de tratamiento hasta el día de hoy, en total 4 meses desde que empezamos el tratamiento teniendo en cuenta un mes de parón de por medio por el verano, así que en total 3 meses de tratamiento. 

Ha ido mejorando, sin embargo el dolor de hombro sigue estando ahí a pesar de que en principio no hay nada estructural, es decir, la estructura del hombro no está dañada, por traumatismos que haya podido sufrir o por algún desgaste articular degenerativo que se podría ver por medio de alguna prueba de imagen. En las lumbares sin embargo, si que la estructura estaba dañada, ya que presentaba una protrusión. Aunque tampoco podría decir que fuera la causante del dolor, ya que ha estado meses sin dolor a pesar de que la protrusión siguiera ahí y posteriormente haya habido momentos que haya vuelto el dolor lumbar. Por lo que, algo más parece que hay detrás que influye en la lumbar y quizás también en su hombro. 

En la consulta de hoy, ha sido curioso como la cliente ha venido quejándose solamente del dolor de hombro izquierdo (sin padecer dolor lumbar), en un gesto de elevación del propio brazo al lavarse la cara y solamente corrigiendo su postura, ha mejorado el hombro izquierdo. Lo cual, me ha llevado a pensar que el dolor de hombro izquierdo que presenta es una adaptación de su postura. Por lo que, es algo global. Pues en la postura influyen todos los sistemas globales (respiratorio, digestivo, nervioso, sanguíneo, linfático…) y los principales (hormonal, inmunitario y musculoesquelético) . Y en su caso parece que es vital centrarse en ello.

Moviendo el hombro en su postura actual (coloquialmente hablando “cheposa”) le duele el hombro al moverlo y si se pone derecha, no le duele. Lo cual, el problema no es específico del hombro sino global de la postura

Además, de pie presentaba lesión ascendente izquierda (es decir, que viene de la parte inferior izquierda del cuerpo), sentada descendente izquierda (es decir, que viene de la parte superior izquierda del cuerpo) y tumbada boca arriba ascendente izquierda. Por lo que, su cuerpo me está diciendo que el problema principal está probablemente en la pelvis. Y de alguna manera cuando se sienta sobre la pelvis produce una adaptación en el cuello. Importante tener en cuenta que, cuando se tumba boca arriba además de apoyar sobre el sacro, columna torácica y occipital, se anula la gravedad y el sistema vestibular, por lo que el cuerpo se relaja, y en su caso sigue apareciendo una lesión ascendente izquierda. Por lo que me sigue indicando que de alguna manera su pelvis influye en su postura siendo uno de los problemas principales. 

También podría pensar que el problema viene de más abajo de la pelvis, es decir, de las rodillas, tobillos o algún problema en algún tejido blando de los miembros inferiores. Además revisando su anamnesis sufrió una operación en la rodilla izquierda, por lo que podría estar implicada. Como bien he mencionado anteriormente, la clienta tumbada presentaba lesión ascendente izquierda, y por eso podríamos pensar que la lesión venga de la rodilla izquierda. Sin embargo, en decúbito supino (tumbada boca arriba) las piernas no suelen influir mucho a nivel postural, ya que no realizan un apoyo importante como cuando la persona está de pie. Además, es llamativo el cambio postural que presenta nuestra clienta cuando se sienta. Por lo que, ya nos está diciendo su cuerpo que al apoyar la pelvis tiene tensión.

Esta conclusión no quiere decir, que ni su rodilla, ni su cuello influyan sobre su postura, de hecho seguramente influyen, pero por ahora en menor medida, a pesar de haber tenido también problemas en cuello y piernas. Las revisaré más adelante y seguiré por ahora con la pelvis, que parece que es donde más tensión tiene, y la clienta tiene capacidad para procesarlo. De hecho, consultando la anamnesis de esta clienta, coincide con importantes lesiones a nivel pélvico, fue intervenida de una cesárea, peritonitis y apendicitis en su momento. Además de presentar alteraciones en las funciones menstruales y digestivas. 

Consecuentemente, seguiremos trabajando mediante un tratamiento físico las funciones y componentes de la pelvis, para mejorar su postura que influye directamente en su hombro izquierdo y observaremos los cambios que se producen en todo su cuerpo.

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